Apenas late, manchado de tristeza mi corazón,
a razón de la tristeza que lo parasita. Razón de
tristeza, razón que evita, mancharse de sol, mi
corazón: Negro crespón que se marchita.
Entre el dolor, que como a una máquina de vapor,
a veces lo hace latir y de su dolor participa, sin
cualquier otra maquinación, que no sea hacer de
mi corazón, una máquina fría y maldita.
Tristeza oscura que parasita y, que no habrá de latir
bajo el sol, fulgurosa y bendita, tristeza unida
al horror, que con su boca vomita:
Envasada en formol, tristeza que habita, en el centro
mismo del dolor; tristeza en mi corazón: Ausencia
infinita.